sábado, 29 de marzo de 2008

Respondiendo a las objeciones en Evangelismo I

Evangelismo y establecimiento de nuevas iglesias- enero 2008
Como responder a objeciones
Parte 1: ¿Qué de los que no han oído?

Artículo escrito por: Dr. Gerardo Laursen

Estimado(a) Paulo:

Cuando evangelizamos, hay personas que protestan y presentan objeciones, especialmente contra la persona de Dios o la Biblia o creyentes o religión en general. Algunas objeciones son meramente una manera para decir: “No quiero hablar de eso” (la causa por el cual frecuentemente es un sentir de culpabilidad por pecado. Se sienten incómodos). Pero si la queja es sincera, estamos obligados a proveer respuesta (1 P. 3:15).

Entonces se ofrece algunas respuestas a las objeciones más comunes, comenzando una serie de artículos aquí.

Objeción: ¿Qué pasará con los paganos? ¿Puede Dios condenar a los que nunca han oído? ¿A los que ni siquiera oído del nombre de Jesús?

Respuestas sugeridas:

a. En primer lugar, es Dios quien manda. El determina cómo se salva. Se sabe que él es justo, por eso su plan de salvación es justo (entendido o no). Es cuestión de apreciar el carácter de Dios, relevado en las Escrituras.

b. Uno no es condenado por lo que no sabe, sino por violar leyes que sí conoce.

Ro. 1:19-20, porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.”

Ro. 2:15, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos.”

Sal. 19:1, Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.


c. Quien responde a la luz que tiene, recibirá más luz.

Lc. 12:47-48, Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.”

Ec. 3:11, Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.”

Jn. 1:9, Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.”

d. Por eso la urgencia de evangelizar. A Dios le preocupan ellos también.

1 Ti. 2:4, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.”

2 P. 3:9, El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”

Ahora, juntemos estas ideas en una conversación hipotética entre Dios y un pagano salvaje a solas en una isla.

Dios se presenta y habla:

“Quiero explicarte algunas cosas:

1. Existo y soy poderoso, algo que se ve por la creación.

2. Soy santo.

3. Tu no eres santo. Eres un pecador perdido.

4. Sin embargo te amo.

5. Tengo un plan para redimirte.

6. Alguien pagó tu deuda.

7. El es mi Hijo.

8. Su nombre es Jesús.

9. Necesitas una relación con él.”

Cada paso es más “luz”. Pero antes de llegar al fin de la lista, el pagano interrumpe. Después de punto #3, dice “Cállate, Dios, porque no me siento pecador, y prefiero adorar a un sapo.” Entonces no llegó a oír del nombre de Jesús. Entonces, ¿qué pasará con este pagano que ni siquiera ha oído del nombre de Jesús en toda su vida? ¡Irá al infierno, lo tiene merecido!

Nuestro papel es dar al incrédulo la información, y el papel del Espíritu Santo es convencerle. La información incluye no sólo cómo ser salvo, sino también cuál sería el resultado de rechazar a Cristo. Dios quiere salvar a todos, pero únicamente según su manera. Si alguien reconoce la existencia de Dios por observar la creación, y comienza a buscar a Dios, encontrará a Dios. Eso es porque Dios enviará más información, como un misionero, una Biblia, un ángel, o posiblemente en casos extremos, una visión o hablarle en voz alta.

Jer. 29:13, “y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.”

Seamos fieles preparándonos para contestar sabiamente las objeciones,

Scott Yingling
Director General de ObreroFiel.com

Para más recursos sobre este y otros temas, visítenos en: www.ObreroFiel.com
Si tiene alguna duda o comentario favor de escribirnos a: info@ObreroFiel.com

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